Solo la memoria histórica es la brújula que nos conduce a la consolidación del socialismo y la mayor democratización en favor del pueblo.
El día llegó después de tanta espera, tanto trabajo y debates en las calles con los camaradas en cualquier espacio; hablando un poco sobre política, ideología, poder popular, socialismo y todos estos tópicos que por años han nutrido a la Revolución Bolívariana.
Si uno se pone a revisar cada paso que se ha dado durante este proceso revolucionario, claro está que nuestro pueblo ha crecido en conciencia y que aquellos antivalores que nos vendieron como instrumento de desarrollo, no fueron más que una cortina de humo para degradar a la misma especie humana.
Y aún cuando la derecha nos pretende retroceder a ese campo donde las condiciones solo son favorables para ellos, estamos muy claros que jamás regresaremos a ese modelo de vieja democracia representativa que por años alababan y hasta sacralizaban.
En ese orden de ideas, es que nos damos cuenta de la necesidad de seguir trabajando por construir nuestra identidad, nuestra conciencia y mantener viva la historia de este proceso que transitamos; porque solo la memoria histórica es la brújula que nos conduce a la consolidación del socialismo y la mayor democratización en favor del pueblo.
Aquellos que en algún momento vendieron al socialismo como una utopía y lo inceneraron discursivamente una y otra vez, hoy se molestan al ver como se va materializando en la organización de la gente en las comunidades y como se seguirá reforzando con el paso del tiempo.
Por ello estoy seguro, así como muchos de mis compañeros, que lo que hoy determine el pueblo será la palabra más sagrada para que se siga fortaleciendo la revolución.
Venceremos
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