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Donald Trump no quiere el petróleo venezolano, pero le “empegosta” | Por: Werther Sandoval



En números gruesos, durante 2024 EEUU produjo 13,5 millones de barriles diarios, de los cuales exportó 9,6 millones de barriles; dos cifras que parecieran contrastar con haber comprado en el exterior de 12,6 millones de barriles para poder satisfacer un consumo interno de 20,5 millones de barriles diarios.

Son variadas las explicaciones para tratar de entender porqué, con tan alto nivel de consumo, EEUU exporta casi el 71% de todo el petróleo que produce, explicación que también ayudaría a comprender porqué Donald Trump renovó el permiso para que la petrolera estadounidense Chevron continúe operando en Venezuela, aun cuando en reiteradas ocasiones ha formulado su amenaza de no comprar más petróleo a nuestro país. “Tenemos suficiente petróleo”, alardea.

La paradoja indica que la decisión de no importar petroleo venezolano, por ahora, no ha sido fácil de tomar.

Una presunción podría ser que Trump cree, o hace creer, que todos los petróleos son iguales.

Y no es así. La clasificación del petróleo crudo es clave para entender los tipos de refinerías y las variadas dietas de los crudos refinadas para producir los derivados, gasolina, kerosene, entre otros, que demanda el mercado.


El también denominado aceite de piedra, por surgir del latín petroleous, que deriva de las voces latinas petra (piedra) y oleous, (aceite), es una mezcla compleja de carbono e hidrógeno, hidrocarburos líquidos, y en menor medida constituido por pequeñas cantidades de nitrógeno, oxígeno, azufre, metales.

La Universidad Autónoma de México identifica tres criterios principales para clasificar el petróleo crudo: densidad (medida por la Gravedad API), contenido de azufre y composición química.

El indicador por excelencia empleado para evaluar la calidad del petróleo es la densidad expresada en grados API (American Petroleum Institute), la cual permite clasificar los crudos en extrapesados (menores a 10° API), pesados (mayores de 10° API y menores de 22° API), medianos (entre 22° y 31° API) y livianos (mayores de 31°API hasta 45° API).

Los hidrocarburos mayores de 45°API se consideran condensados.
La otra variable usada para clasificar el petróleo es su contenido de azufre. Se denomina dulce (Sweet Crude Oil) cuando contiene menos de 0.5% de contenido sulfuroso, es decir, con poca presencia de azufre. Es un petróleo ampliamente usado para ser procesado como gasolina. El petróleo es agrio (Sour Crude Oil) cuando el contenido de azufre es mayor a 0,5%.

Mas del 90% del petróleo venezolano pesado agrio tipo Merey16 y el Boscán exportados por Chevron a través de las cuatro empresas mixtas en las cuales participa, fueron dirigidos hacia las refinerías estadounidenses de la Costa del Golfo de México, adonde también acuden los crudos pesados agrios de Canadá, México, Colombia y otros países.

El crudo pesado de Canadá es un alimento básico para las refinerías estadounidenses del Medio Oeste y la Costa del Golfo, que están configuradas para procesar los crudos pesados de Canadá y Venezuela en lugar de los crudos mucho más ligeros de la zona de esquisto de Estados Unidos, de donde sale buena parte del crudo exportado por ese país

Entre enero y noviembre de 2024 las refinerías del Golfo de México refinaron 1.14 millones de barriles diarios, de los cuales 378.000 barriles, 33%, fueron de Canadá; 275.000 barriles, 24%, de México; Venezuela, 204.000 barriles, 18%; Colombia 143,000 barriles, 12%, Colombia; otros, 140.000, 13%.

Recién Chevron anunció que elevará este mes la producción de Petropiar en 50%, lo cual acercaría sus exportaciones a EEUU al volumen vendido a EEUU por México.

No obstante, la firma analítica de datos de inteligencia de negocios globales, Kpler, pronostica que bajo el gobierno de Trump el suministro de petróleo y derivados venezolanos podría enfrentar caídas significativas, cayendo de los niveles iniciales de 830,000 barriles diarios a 670.000 barriles en 2025, lo que sería equivalente a una disminución interanual del 26%.“Este desarrollo afectará significativamente los mercados de crudo pesado en las Américas. Después de México, Venezuela es el principal proveedor de crudo a PADD-3, donde importantes refinerías como Valero St. Charles, Chevron Pascagoula y Valero Port Arthur procesan volúmenes de crudo pesado y agrio. Las exportaciones de crudo venezolano a la costa del Golfo de Estados Unidos incluso alcanzaron máximos de seis años en diciembre”.

Sin embargo, la firma añade que si el suministro de crudo venezolano a EEUU disminuye en 200.000 barriles en 2025, las refinerías de EEUU en el Golfo de México enfrentarían una grave escasez de crudo pesado. Este déficit se vería agravado por la disponibilidad limitada de crudo mexicano (debido a la menor producción y al aumento de la demanda interna) y la posible reducción de los flujos de petróleo canadiense en medio de la imposición de aranceles a las importaciones canadienses. Tales circunstancias podrían crear una necesidad de reabastecimiento de 200.000 barriles a 500.000 para las refinerías estadounidenses, y los grados de Colombia o Ecuador solo podrían reemplazar parcialmente estos volúmenes”.

Además, Kpler anota que la eliminación de la exención a Chevron también implicaría una pérdida de flujos de nafta de USGC (50.000 barriles diarios) hacia Venezuela, usados para fines de mezcla (Chevron es el importador), lo que podría empujar a Pdvsa a reemplazarlo con condensado iraní, una opción más costosa.

La empresa también de análisis del mercado petrolero, WorldEnergyTrade dice que Trump ha declarado en repetidas ocasiones que la industria energética es crucial para el crecimiento y el bienestar del país, y no ha perdido tiempo en lanzar medidas de apoyo, como la eliminación de la pausa de la administración Biden en la aprobación de nuevas terminales de exportación de Gas Natural Licuado, GNL, y la reducción de la burocracia en torno a la exploración y producción de petróleo y gas.

Sin embargo, acota, los perforadores de petróleo han señalado que no tienen planes inmediatos de seguir aumentando la producción, a menos que los precios mundiales mejoren lo suficiente como para motivar tal medida.

Por lo que parece, dice, es más probable que los precios bajen a medida que Trump presiona para que se ponga fin a la guerra en Ucrania, un acontecimiento que, según el Secretario de Estado Marco Rubio, conllevará el levantamiento de las sanciones a Rusia, lo cual podría implicar una distensión en el flujo de petróleo ruso que también haría bajar los precios del crudo, lo cual retrasaría los planes de nuevas perforaciones que favorecerían las importaciones de crudo pesado. 



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